El cepillo de dientes es un objeto útil e indispensable para nuestra higiene bucal. Cuando se usa correctamente, garantiza limpieza, aliento fresco y encías saludables. Pero a menudo solo lo usamos y lo enjuagamos bajo el agua sin prestar especial atención a su cuidado. Para resultados efectivos de hecho el cepillo de dientes debe desinfectarse periódicamente y adoptar una serie de útiles medidas para sacarle el máximo partido a este pequeño y precioso objeto.
Cómo cuidar tu cepillo de dientes
Cuidar tu cepillo de dientes significa cuidar tu higiene bucal.
No es suficiente usarlo al menos 2 veces al día. Debe almacenarse adecuadamente y limpiarse adecuadamente. Después de cada uso es necesario aclararlo bajo un chorro de agua corriente hasta que esté libre de restos de comida y pasta de dientes. Séquelo bien para evitar que la cal contenida en el agua se solidifique en las cerdas. Guárdelo siempre boca abajo y sin capota para evitar que se cree humedad en el interior. Guárdelo en un área del baño lo suficientemente alejado del lavabo para no contaminarlo con salpicaduras de agua y jabón o aerosoles de laca o desodorante. Sería bueno cámbielo al menos una vez cada 3 meses y desinfectarlo periódicamente.
Como y cuando desinfectar tu cepillo de dientes
El uso diario del cepillo de dientes favorece el crecimiento de bacterias y microorganismos entre las cerdas que pueden ser perjudiciales para nuestra salud e inutilizar nuestra rutina de higiene bucal. Por esta razón es necesario desinfectar el cepillo de dientes al menos una vez a la semana aunque sería correcto hacerlo incluso una vez al día. Teniendo en cuenta que este objeto está en contacto con nuestra boca, para desinfectarlo es mejor preferir productos naturales que no dejen residuos nocivos en las cerdas.
Los productos ideales para desinfectar el cepillo de dientes
Para desinfectar el cepillo de dientes podemos utilizar productos de uso diario, fáciles de encontrar y económicos. La primera mezcla que sugerimos es una solución de peróxido de hidrógeno y enjuague bucal. Una excelente alternativa es un compuesto de agua, jugo de limón y bicarbonato. Finalmente, elVinagre blanco, excelente para disolver las manchas que se pueden formar al adherir las cerdas. En cada uno de estos casos tendrás que dejar actuar los productos durante unas horas. Una vez transcurrido el tiempo, enjuaga con abundante agua corriente fresca y tu cepillo de dientes estará perfectamente limpio y desinfectado.
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