Cuando llegue el momento limpia la cocina, siempre tenemos ante nosotros una serie de tareas para las que no siempre tenemos la paciencia o incluso el tiempo para realizarlas y obtener la mejor limpieza y saneamiento posible, con los resultados deseados.
Pero ten en cuenta que hay unos trucos que puedes aplicar para limpiar la cocina y de los que obtendrás grandes resultados, ya sea limpiando utensilios o quitando manchas, manchas y olores.
limpieza de utensilios de cocina
Para limpiar tus utensilios de madera, como la tabla donde cortamos verduras u otros alimentos, la tarea es muy fácil: frotar medio limón por la superficie de la tabla. Verás como desaparecen los desagradables olores a cebolla, ajo o incluso pescado.
Si te encuentras con vasos que ya están un poco empañados, no temas: sumérgelos en un bol con agua fría y limón. Déjalas unos minutos y después de lavarlas, verás cómo han cambiado, habiendo recuperado su brillo.
¿Quién no tiene sartenes ya oxidadas? Bueno, aquí tampoco habrá óxido para igualarlo. Solo tienes que llevar tus sartenes al fuego con piel de papa y hervir a fuego lento. Luego, y para limpiarlos, añadir unas gotas de vinagre y llevar a ebullición leve. Verás como desaparece el óxido.
Si, por el contrario, te encuentras con fondos de ollas o sartenes quemados, lo primero que debes hacer es colocarlos al sol con el fondo hacia arriba durante un rato. El resultado de esto es que podrá quitar fácilmente la quemadura con mucha facilidad. Pero si llueve y no hace sol, usa bicarbonato de sodio y un poco de agua. Déjelo actuar durante unas dos horas y luego podrá lavar las ollas y sartenes.
Un rallador de tiempo es otra de las cosas con las que «rallamos» a la hora de limpiarlo. Combate esta dificultad cepillando el rallador con aceite antes de usarlo y verás como después será más fácil de limpiar.
¿Y esos olores que insisten en no salir a la hora de limpiar la cocina? Deles una lección, o incluso varias:
- Olor a ajo y cebolla: para sacarlos de un cuchillo, pasarlo varias veces sobre una patata cruda o zanahoria, con cortes y luego simplemente lavar;
- Olor a pescado: el secreto es muy sencillo, simplemente frotas un limón en los utensilios que utilizaste;
- Olor a moho en los cubiertos: no podría ser más fácil, ya que basta con pasarlos por los posos del café.
Pero por supuesto también podemos afrontar otras situaciones como la oxidación. Un truco ideal es frotar jugo de limón en la parte oxidada del utensilio o equipo y luego aplicar sal en esa misma área. Déjelo reposar durante quince minutos y luego lávelo con detergente y una esponja dura.
Al igual que con el óxido, la mayoría de las manchas en los utensilios de cocina se pueden eliminar con sal y agua.
Pero si te encuentras con un chicle, ponle cubitos de hielo hasta que esté realmente rígido y luego retíralo de donde estaba pegado.