Sin duda, compartir casa con otras personas suena muy divertido. Piensa que tendrás suficiente gente para compartir tu día a día, participar en actividades comunes y tener compañía todo el tiempo. Pero, ¿cómo compartir las tareas del hogar y seguir viviendo en armonía? ¡Ese es el gran desafío!
Has visto que compartir el alquiler no es solo una fiesta de 24 horas, ¿verdad? Para que la casa no se convierta en un verdadero caos, los residentes necesitan crear un cronograma de actividades domésticas y así mantener los ambientes siempre limpios y organizados. Y pongámonos de acuerdo en que a nadie le gusta compartir una casa sucia.
Por eso, si estás pensando en compartir piso o casa, consulta los consejos de dos especialistas y también cinco consejos básicos para hacer más armoniosa la convivencia en vivienda compartida. Además, vea los testimonios de quienes comparten una casa para averiguar cómo es la limpieza del día a día.

¿Cómo dividir las tareas del hogar? Ver los principales desafíos
En primer lugar, para aquellos que quieren compartir una casa, Es importante saber que es natural que surjan conflictos entre las personas porque cada uno tiene su propia personalidad, hábitos y costumbres. Después de todo, son creaciones diferentes.
Si es posible, opta por compartir el alquiler con personas que se parezcan más a ti y que tengan una rutina similar para evitar tanto distanciamiento en el día a día, ya que tendrás que convivir mucho con ellos.
Para el neuropsicólogo Gabriel Sinoble, la queja de mala convivencia es una de las más comunes en su consultorio, incluida la dificultad para estipular una rutina de organización. “He escuchado muchas historias sobre conflictos relacionados con la vida hogareña de mis pacientes”, dice.
Pero, ¿cómo evitar conflictos y discusiones en la vida cotidiana cuando vives con más personas en la casa? La profesional cree que son precisamente los conflictos los que ayudan a mejorar la relación en la vivienda compartida porque hay una apertura constante a la buena comunicación.

“Los conflictos son perfectos para dar cabida al crecimiento y la madurez. Evitar estas discusiones sería paralizar el desarrollo personal. Por eso, habla siempre que puedas con tus compañeros y ‘ponle los puntos al es’. En todo caso, vale la pena recordar que crecer es un movimiento doloroso e incómodo”, aconseja.
Según Gabriel, relacionarse con otras personas es realmente un gran desafío y no hay salida sin algunos rasguños. La clave del negocio es saber aprovechar cada momento para divertirse, crear vínculos y tener buenos amigos a tu alrededor. Incluso para hacer tus días más ligeros.
“Con el tiempo, creamos más conocimiento sobre nosotros mismos, nos fortalecemos para tolerar las diferencias y no tomarnos los conflictos tan en serio, lo que permite una percepción más realista y menos frágil”, agrega.
¿Sabías que limpiar la casa está relacionado con el bienestar, la calidad de vida e incluso contribuye a la salud mental? Vea seis razones que prueban la información y más beneficios de tener una casa bien ordenada.
Compartir piso: la experiencia de quien vive con amigos
Para el publicista Eduardo Correia, quien ahora comparte departamento con dos amigos, la idea de compartir departamento y las tareas del hogar fue algo bastante natural y concreto. Como uno de sus deseos era tener una casa limpia y ordenada, tal como era cuando vivía con sus padres, sólo le quedaba adoptar los mismos hábitos.
“Mi madre siempre fue muy cuidadosa con la limpieza, así que lo primero que aprendí fue que me gustaría mantener el nivel de comodidad que tenía en la antigua casa y, por supuesto, yo sería responsable de eso si vivía sola o con otras personas. Fue pacífico”, dice.
Sin embargo, confiesa que, al principio, hubo algunas discusiones, pero pronto se resolvieron los conflictos: “Tratamos de mantener lo que nos molesta siempre a la vista. Conversamos, identificamos el problema y nos comprometimos a atenderlo”.
¿Y cómo repartir las tareas del hogar en una casa compartida para que todos colaboren equitativamente? ¿Hay tareas específicas que cada residente suele asumir? El publicista explica cómo funciona en su casa.
“Aquí dividimos las zonas comunes de la casa en seis partes: salón, baño, cocina, despensa, zona exterior y aseo. Como vivimos en tres personas, rotamos semanalmente quién se encarga de hacer la limpieza profunda de cada ambiente”.
Continúa: “Cada uno es responsable de la limpieza de su propia habitación y de mantener la organización de las áreas comunes, por ejemplo, dejar el fregadero limpio y sin platos sucios que lavar, además de la higiene del baño”.
5 reglas imprescindibles para quienes van a compartir casa
Como decíamos, compartir casa influye directamente en la ejecución de las tareas del hogar y esto ayuda a crear una relación sana con los habitantes de la casa. ¿Y cómo dividir las tareas del hogar de tal manera que todos se entiendan y participen en el mantenimiento de los ambientes?
Para que puedas empezar a aplicar esta rutina de forma disciplinada desde ya con tus amigos, consulta las recomendaciones de Josi Scarpini, organizador personal y especialista en la planificación de rutinas domésticas.
1. Mantén una buena comunicación
Según Josi, lo ideal es hacer una reunión para que todos hablen de las tareas que hay que hacer en la casa y cada uno elija lo que le gustaría realizar. Así, cada uno sabe lo que debe hacer cada día.
“A algunos les gusta más una función que otra y eso ayuda mucho a dividir las tareas del hogar. Por eso, no intentes definir algo por la persona, porque puede que no le guste”, apunta.

2. Establece un horario de limpieza
Para que la casa permanezca siempre limpia y organizada, uno de los consejos del organizador personal es crear un horario de limpieza para que no se quede ningún rincón fuera. Además, el horario determina la frecuencia de limpieza de cada área de la casa.
“Siempre tenemos que planificar el almacenaje porque nuestra casa tiene vida. El cronograma te servirá de guía a seguir para que no se te olviden tareas por el camino. Lo ideal es seguirlo siempre para mantener todo limpio y no solo limpiar lo que está sucio”, orienta Josi.
3. Si se ensucia, límpialo inmediatamente
Es normal que caigan trozos de comida y bebida al suelo. Para mantener el espacio limpio, limpie la suciedad con un paño de limpieza o una toalla de papel. Es una forma de demostrar que te preocupas por los habitantes de la casa, pero también cuidas la higiene del lugar.
Otra parte de la casa que tiende a ensuciarse mucho es la cocina, porque siempre hay gente haciendo la comida o sacando algo de la nevera. Así que, después de cocinar, lava las ollas y limpia la estufa para que tus compañeros también puedan disfrutar del ambiente limpio. ¡Para compartir casa hay que tener sentido común!

4. No te metas con lo que no es tuyo
Para evitar molestias en la vivienda compartida, no toque elementos que no le pertenezcan. Por eso, si ves algún objeto, ropa o zapatos fuera de lugar, déjalos donde están o, antes de organizar el espacio, pregunta a tu compañero si puedes o no guardar los artículos.
Por cierto, esta regla también se aplica a los alimentos en la nevera y en la alacena. No tome ningún alimento que no haya comprado. Esta práctica solo está permitida si compartes los gastos de alimentación.
5. Sé responsable de tu espacio
Nada como llegar a casa y descansar en una cama ordenada, limpia y con olor, ¿verdad? Para que esto sea una realidad, al despertar haz la cama y deja tu habitación ordenada, sin desorden en las mesitas de noche ni en el suelo. Cuando las estancias están ordenadas, además de aumentar el bienestar, dan un aspecto más agradable al conjunto de la vivienda.
“La organización de los ambientes individuales, como los dormitorios, es algo que se debe hacer a diario y, si cada uno se ocupa de sus cosas, no hay riesgo de que las cosas se desparramen por la casa y los lugares se mantienen siempre ordenados”, recomienda Josi.
¿Estás a punto de compartir casa con amigos o conocidos y quieres seguir limpiando al día? Aprende a establecer un horario de limpieza del baño, ya que es un ambiente que acumula suciedad y gérmenes con facilidad.
Ahora que ya conoces todas las responsabilidades y reglas para compartir una casa, es fácil saber cómo compartir las tareas del hogar y tener una relación feliz y saludable con tus amigos. Después de todo, su segunda familia es muy especial y la vivienda compartida debe tratarse con cuidado y amor.
¡Disfruta estos momentos a la ligera y hasta la próxima!