A veces estás en uno de los momentos más emocionantes y esperados de un juego cuando, de repente, ¡el videojuego simplemente se bloquea! En tales casos, a menudo se debe a un poco de suciedad que se ha acumulado en el dispositivo y, debido a eso, todo el juego se pierde. Ahora aprenderás a limpiar tu Wii, ¡para que nunca más vuelvas a tener un problema como ese!
Consejos sobre cómo limpiar tu Wii
- Lee el manual de instrucciones con atención, buscando posibles instrucciones sobre cómo limpiar la Wii. Por lo general, el propio manual proporciona información sobre esto que se puede utilizar.
- Cuando abras tu videojuego para quitar el polvo que se acumula en el interior, lleva un paño limpio y suave, preferiblemente una franela (la tela que normalmente se usa para limpiar vasos), sin pelusa. Este paño debe estar seco, preferiblemente, y lo usarás para limpiar el interior del videojuego, con mucho cuidado y delicadeza, para no rayar el equipo.
- Otra alternativa para limpiar el interior de la Wii es utilizar un cepillo de cerdas suaves, como si fuera una escoba pequeña, quitando todo el polvo.
- Pero, ¿cómo limpiar la Wii desde fuera? Bueno, ¡esta parte es mucho más sencilla! Este mismo tipo de paño se puede humedecer ligeramente y limpiar en el exterior del videojuego, lo que ya garantiza una buena eliminación del polvo. Por fuera, también puedes usar gel de alcohol para limpiar, ¡pero solo por fuera! La almohadilla del juego también se puede desinfectar con esta misma sustancia.
- Para limpiar el disco, vuelve al paño suave, seco, limpio y que no suelte pelusa, y haz movimientos desde el centro hacia los bordes, ¡teniendo también cuidado de no rayar y acabar comprometiendo el juego! Evite los movimientos circulares.
Ahora que sabes cómo limpiar tu Wii, ¡te has dado cuenta de que es mucho más simple de lo que parece! Sin embargo, hay un mensaje: no esperes a que tu juego se congele dentro del videojuego para limpiar el equipo, hazlo con frecuencia, para evitar que se acabe acumulando mucho polvo en las superficies. ¡Cada quince días, una limpieza así es suficiente para evitar problemas!