
LA malos olores, rugosidad y poca capacidad de absorción son defectos encontrados en muchos tipos de toallas, incluso nuevas. Después de una ducha agradable, refrescante y tonificante, secarse con un albornoz mal absorbente, maloliente o áspero puede ser una sensación realmente desagradable. ¿A qué se relacionan estos molestos problemas?
los tintes utilizados para la preparación de toallas pueden hacerlos cada vez más ásperos, lavado tras lavado. Sin embargo, elegir telas más naturales no es garantía de calidad; independientemente del material utilizado, las toallas pueden retienen la humedad y desprenden mal olor, lo que resulta en la aparición de bacterias.
Incluso el la forma en que se pliegan puede afectar el desgaste de la tela haciendo que la tela de la toalla sea áspera.
Si está pensando en comprar esos costosos productos químicos en la tienda de comestibles que presumen de quién sabe los beneficios de sus toallas, está en el camino equivocado.
Para darles nueva vida, simplemente use ingredientes naturales que ya tiene en la comodidad de su hogar y que funcionan de maravilla.
Descubre cómo tener toallas más suaves, fragantes y absorbentes con estos 10 trucos:
1) Un lavado a base de agua, vinagre y bicarbonato de sodio
Para tener toallas más absorbentes y más perfumadas, no hay necesidad de abusar demasiado de suavizantes o detergentes químicos: estos productos, de hecho, no solo no favorecen la absorción, sino que hacen que los tejidos sean menos duraderos. Son suficientes pocos y sencillos ingredientes, fácilmente disponible en casa, e solo dos pasos en la lavadora para obtener resultados efectivos inmediatos. Después de haber programado su lavadora para lavar con agua caliente, debe cargarla con una taza de vinagre blanco diluido en un vaso de agua. Al final del primer ciclo de lavado completo, se repite la operación sustituyendo el vinagre por bicarbonato de sodio. En particular, el bicarbonato favorece la eliminación de la suciedad y neutraliza los olores.

2) Cuelgue las toallas al aire libre después de su uso
Las bacterias encuentran un terreno fértil en la humedad, por eso es importante deje que las batas y las toallas se sequen completamente después de una ducha, colgarlos al aire libre. No es necesario lavarlos cada vez, solo deben estar completamente secos. De esta forma también se evita la formación de malos olores. Si no es posible pasar el rato al aire libre por mal tiempo, recuerda que se puede hacer en interior pero que este último debe estar siempre bien ventilado todos los días. Una nota final: nunca deje toallas en la lavadora. ¡El ambiente húmedo del aparato es el lugar ideal para que crezca el moho!

3) Use poco detergente al lavar
A menudo se piensa que es necesario utilizar grandes cantidades de detergente para obtener mejores resultados. De hecho, estos limpiadores tienden a acumular productos químicos que, lavado tras lavado, obstruyen la tela, volviéndola más áspera y evitando la absorción de agua.

4) La temperatura adecuada para lavar las toallas.
Por tanto, un exceso de jabón podría provocar el endurecimiento de las fibras de la esponja. Establecer la temperatura adecuada para no arruinar las toallas es igualmente fundamental. Allí la temperatura ideal debe ir de 40 a 60 grados, eligiendo el más cálido para lavar la ropa blanca y el más cálido para las esponjas más oscuras. De esta forma, ambos quedarán desinfectados.
5) Presta atención al suavizante
Atención asuavizante. La suavidad que da a las fibras de la esponja podría reducir la poder absorbente de toallas. El suavizante, de hecho, tiende a formar una capa repelente al agua sobre las esponjas que limita su función de absorción de agua. Por lo tanto, recomendamos úsalo en cantidades mínimas.
6) El vinagre también se puede utilizar como suavizante.
No se requiere suavizante de telas para suavizar las toallas. L ‘El vinagre blanco, que todo el mundo tiene en casa, es un gran ayudante natural. porque suaviza la tela sin producir efectos negativos. Los resultados son igualmente excelentes: toallas agradables al tacto, más absorbentes y también suaves.

7) Vinagre, un aliado contra los malos olores
L‘vinagre también es un excelente aliado contra los malos olores que pueden desprender toallas. Cada 4 lavados es recomendable verter 100 ml de vinagre blanco junto con el detergente. Si lo olvidas no te preocupes, solo tienes tiempo de añadirlo en el momento del enjuague final directamente sobre las toallas, si tu lavadora lo permite.
8) Té de manzanilla para proteger las toallas de felpa
Allí la manzanilla es una planta con mil una propiedades. De hecho, tiene éxito en proteger las toallas de los detergentes agresivos, suavizando la esponja. Consíguete un cuenco y sírvelo 2/3 vasos de manzanilla caliente. Luego agregue un poco de agua tibia. En este punto, sumerja las toallas y espere media hora. Luego, colócalos en la lavadora para un lavado normal. La manzanilla los protegerá de cualquier detergente suave mientras mantiene su suavidad.
9) Doblar correctamente las toallas para no dañarlas
Quizás no todo el mundo sepa que la tela de las toallas también puede dañarse por la forma en que se pliegan. De hecho, todos estamos acostumbrados a doblarlos sobre sí mismos 3 o 4 veces. De esta forma, sin embargo, la esponja de las toallas corre el riesgo de endurecerse y dañarse. La mejor manera de doblar toallas y mantenerlas suaves es enrollarlas y atarlas con una cintay luego guárdelos verticalmente dentro del gabinete o cajón.
10) No cargue demasiado la lavadora
Este truco siempre se aplica en la realidad pero, en particular, cuando se trata de lavar toallas. Si cargamos demasiados de ellos, todos los de los que hablamos anteriormente serán en vano. ¡La fricción entre ellos provoca ese molesto endurecimiento de los tejidos a la larga que tanto queremos evitar!

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