cómo usar lejía para lavarse las manos

La lejía es un aliado fundamental para la limpieza de nuestros paños. Gracias a esto es posible limpiar a fondo prácticamente todas las manchas difíciles, devolviendo también el brillo original a las prendas. Existen dos versiones, la clásica apta exclusivamente para prendas blancas y la delicada apta para prendas de color.

Pero aún, la lejía podría convertir fácilmente nuestra ropa en un verdadero desastre, si no se hace de manera profesional.

Pero no te preocupes, gracias a esta sencilla guía entenderemos el la mejor forma de usar lejía sin errores!

Seleccione la ropa con cuidado

El primer paso fundamental para una decoloración perfecta es seleccionar y separar cuidadosamente nuestras prendas.. Tendremos que separar los blancos de los colores, incluidos los negros, que necesitarán diferentes procedimientos. Después de este, tamizamos aún más las prendas, separando las delicadas de los más resistentes.

El primero, obviamente, debe lavarse a mano, mientras que el segundo se puede meter fácilmente en la lavadora. Una vez completada la división podemos proceder con el lavado y blanqueo!

Blanqueador y lavadora

Los artículos que hemos identificado como más resistentes se pueden blanquear de forma segura en la lavadora.. En este caso el aparato nos ayudará tanto a lavar como a blanquear, sin más pasos manuales.

Todo lo que tenemos que hacer es poner la ropa en la lavadora y luego ponerla en marcha al menos 40 grados. Esperamos que el agua empiece a fluir y Con la lavadora en funcionamiento, agregue unos 150 ml de lejía en el compartimento.. También podemos hacer lo mismo con prendas de colores, siempre que usemos lejía delicada.

Lavarse las manos y blanquear

Ahora también podemos ocuparnos del resto de los paños delicados. Para blanquear estos primero que nada debemos cuidar de lavarlos sumariamente, ayudándonos con un jabón suave como el de Marsella. Hacerlo hará que el blanqueador sea más efectivo al eliminar una primera capa de suciedad de la ropa.

¡Entonces podemos preceder al blanqueo real! Diluimos 150 ml de lejía en al menos 5 litros de agua a la temperatura más alta que otorgan las etiquetas. Dejamos la ropa en remojo unos 20 minutos.. Ahora podemos enjuagar las prendas, procediendo a un segundo lavado con jabón suave si lo consideramos necesario.

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