¿Cuántas piezas de cristal tenemos, hay un miedo enorme a la hora de limpiar? Ya sean copas de vino o champán, lámparas o candelabros, en cualquier caso son un material que debe manejarse con el máximo cuidado.
Quitar las manchas de agua cristalina
El cristal es más poroso que el vidrio, por lo que puede absorber mejor los sabores y olores de los diversos materiales de limpieza disponibles, como paños y detergentes. Así, la mejor opción a la hora de limpiar, por ejemplo, vasos de cristal, es utilizar la propia mano.
Jabón neutro y agua tibia para limpiar la pieza de cristal.
Con una pequeña cantidad de jabón suave y agua tibia (cuidado con la temperatura del agua para que el cristal no se rompa) limpia la pieza de cristal en cuestión. Luego enjuague bien para que no queden residuos de jabón en las piezas. Dicho esto, tendrás que dejar secar las piezas, colocándolas boca abajo. Por último, volver a poner la pieza en sus patas y dejarla secar al aire libre. Ahora, con un paño suave, limpio y sin pelusa, elimine las manchas y las gotas.
Quitar las manchas de los cuencos de cristal
En el caso de los cuencos de cristal, estos deben mantenerse en posición vertical y nunca por el borde, ya que son muy frágiles, por lo que se pueden romper con mucha facilidad.
Otra opción que tienes antes de guardar tus cuencos de cristal es «pulir» el cuenco con una toalla limpia y así podrás quitar las manchas que puedan aparecer por la concentración de agua.
Si quieres lavar una copa después de haberla utilizado para beber vino, ¿sabes qué es lo mejor que puedes hacer? Dado que los vinos tintos dejan manchas rojas y olores, puede lavar el vaso con bicarbonato de sodio. La opción menos complicada que tienes es mezclar el bicarbonato de sodio con una pasta de vinagre. Con ayuda de una esponja dura, colocar la mezcla sobre las manchas, removiendo por turnos y dejar actuar unos 15 minutos. Luego puede limpiar la masa (quitarla) con una toalla húmeda. Las manchas recientes deberían desaparecer con esta limpieza. Pero no se preocupe si las manchas son más antiguas: simplemente use este proceso y repítalo varias veces.
Lo más importante que hay que recordar es no meter nunca los cuencos de cristal en el lavavajillas, ya que el jabón y el calor intenso pueden dañarlos, no solo dejando manchas, sino también dejándolos con grietas e incluso hacer que las tazas se rompan. Además, no debe, bajo ningún concepto, utilizar cepillos o esponjas abrasivas ya que rayarán y rayarán los cristales y el vidrio.
Cristales claros
Por último, un último consejo para limpiar tus cristales, podemos decir que, de hecho, no hay nada mejor para brillar que una franela (siempre que no se desprenda) humedecida con un poco de alcohol.
En cuanto a la forma y el lugar donde guardas tus vasos de cristal, si los guardas en un lugar donde tengan que estar muy cerca entre sí o incluso encajar entre sí, debes envolverlos con papel de seda.